lunes, 19 de noviembre de 2007

La llamada

Hace unas semanas estuve en uno de esos eventos sociales que en resumen son un encuentro de gente que no ves desde hace mucho tiempo, para hablar de gente que hace que no ves mas tiempo aun.En una de estas conversaciones saltó a la palestra el nombre de una persona en la que no había vuelto a pensar desde hace años.Entonces pensé que si me acordaba un día de estos la llamaría para preguntar por ella y tal...

Hace un par de noches me vi rebuscando en una vieja agenda y he aquí que me volví a tropezar con este nombre.Me dispuse a llamar sin pensarlo,podría ser divertido.
Unos cuantos tonos de espera mas tarde me descuelga una voz con reminiscencias del pasado.
-Hola.-Si,¿quien eres?-¿Tanto tiempo ha pasado que no reconoces mi voz?-No,¿quien eres?.
De repente un silencio largo y una retahíla de nombres,curiosamente acierta a la primera.-Jaja,te he reconocido por tu risa,es muy característica ¿que tal estas?.
Tras unos minutos de conversación absolutamente fría y absurda,recapacito sobre mi decisión,no debería haber llamado no reconozco a quien esta al otro lado,ha pasado mucho tiempo y hay recuerdos que es mejor no destapar.
Casi desilusionado,me dispongo a darle un "me alegro de saber de ti, a ver si hablamos otro día",cuando no sabría exactamente porque nuestra conversación se torna un poco mas intima.Entre tanta nota discordante suena un acorde afinado y casi me entran ganas de decirle -¡Hey!,estas ahí.Eres tu.

Después de recordar anécdotas del pasado y reírnos sinceramente nos empezamos a poner al día en nuestras vidas -¡Que zorra!-comenta ella -¡Que cabrón!,digo yo.
De repente me parece que retrocedemos en el pasado y la puedo ver tumbada en el césped con su uniforme tableado del colegio,fumando a escondidas contándome sus secretos,coqueteando conmigo.
Pero ya lo que reflejan nuestros ojos no es lo mismo,ambos hemos perdido la inocencia y la experiencia acumulada va pesando sobre nuestras espaldas.
Ni siquiera los apasionados besos y achuchones de antaño hubieran servido para desconectar del mundo real.

Ha tenido y tiene una vida con muchos problemas y por lo que escucho no pinta demasiado bien,pero no pierde las fuerzas ni la esperanza."Cada uno tiene su cruz" pienso yo y hay que apechugar en esta vida, aunque no siempre sea fácil.
Entre susurros me pregunta -¿Hubiera funcionado? -Sabes que no-Le respondo candidamente. -Es verdad,que tonta soy...
Y tras una larguisima conversación,nos disponemos a despedirnos. -A ver si nos vemos de verdad. -En mi casa tienes tu casa. -Mi marido estaría encantado. -Que alegría saber de ti...
Creo que ambos sabemos que no nos veremos a menos que la casualidad así lo decida.

Pero esta llamada me ha hecho reflexionar mucho,a veces merece la pena recuperar experiencias del pasado para aprender en el presente y no errar en el futuro.Pero hay que tener cuidado y mesura cuando destapamos la caja de los vientos.
Me ha hecho pensar en cuanto hemos cambiado y que lejos ha quedado aquella amistad como diría la canción.
Aunque nunca leerás estas letras,desde aquí un besote muy fuerte y mucho animo,eres una buena persona y alguien muy generoso, y de ese tipo de personas desafortunadamente ya no quedan muchas.

martes, 13 de noviembre de 2007

El Caballero


El desenlace final estaba a punto de comenzar, bajo un cielo incandescente y oscuro comenzaba una lluvia de piedras ígneas sobre nuestras cabezas.
Me dispuse en primera linea portando un poderoso escudo forjado en las entrañas de la tierra con la luz del sol y la luz de las estrellas.Yo, de entre todos los hombres defendería a este mundo de esta desolación.
Con mi escudo en alto y moviendome como el viento desviaba los impactos incesantes que caían del cielo.
Pero avanzaba la tempestad y arremetía con mas virulencia y fue entonces cuando vi a los mios, y me dispuse a defenderlos, pues la violencia de los meteoritos se incrementaba y ya no podría defender a los demás.Corrí hacia ellos desesperado,desafiando con mi arma al cielo, dispuesto a no cesar en mi empeño.
Con el paso del tiempo los impactos de los meteoritos eran aun mas violentos si cabe y su tamaño y su poder destructivo se habían incrementado. Y aunque el escudo resistía los golpes, ya apenas podia defender a los mios.
En el albor de la tempestad me vi de rodillas cubriendo mi cabeza,piedras de fuego del tamaño de un hombre hacían mella en mi escudo y en mis fuerzas.Lejos de la gente,lejos de los mios, suplicando y clamando al cielo, el tiempo se detenía poco a poco y flaqueaba mi voluntad.
Y en el ocaso de la tempestad,en el silencio mas absoluto,con todos los huesos de mi antebrazo destrozados y el cuerpo ensangrentado, solo podía contemplar el débil resplandor del escudo.
Todo había acabado,el ciclo de una vida, el ciclo de una era.Con apenas fuerzas para incorporarme ocurrió que de repente el escudo cayó al suelo, comenzó a resquebrajarse y se partió en mil pedazos.
Solo pude encontrar entre sus grietas,el cabello de una mujer...

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un segundo en la opera


Hace ya algunos años me interesé por la opera, me adentraba en un mundo totalmente desconocido para mi, así que cogí los libretos de una colección de vinilos antigua que rondaba por casa y me dispuse. En una mezcla de teatro y orquesta sinfónica formé parte de la triste historia entre Alfredo y Violeta en "La Traviata" de Verdi (¿os suena la historia de 'Moulin Rouge'? ;) ), también me adentré en las estrambóticas y altisonantes valkirias Wagnerianas en "El anillo de los nibelungos", la cual no pude disfrutar por mi inexperiencia y la imposibilidad de seguir el libreto (la opera en alemán resultó demasiado dura), me encantó "Carmen" y "El barbero de Sevilla", y algunas otras que ya no recuerdo.
Fue una época pasajera, no he vuelto a escuchar opera y a pesar de que me propuse firmemente aprovechar mi estancia en Madrid para asistir a alguna (donde "en teoría" es mas asequible por los programas para jóvenes bla bla bla...), al final quedó en el olvido.
Esta semana tuve una grata sorpresa, en tv ponían un corte sobre el ganador de uno de tantos concursos que no me llaman demasiado la atención, algo así como "factor X" en Inglaterra creo, que debe ser un símil a "OT" o algo así.
El caso es que se presentaba un señor regordete con carita triste y de buena persona y un traje barato. Solo dijo que venía a cantar opera.
De repente se arrancó a cantar captando toda mi atención..., bajo unos maravillosos compases cerré los ojos, y bajo las nubes y la inmensa oscuridad que me rodea fue como si un rayo de luz me golpeara el rostro, un solo segundo de esperanza y alegría inmensa que casi me dan ganas de llorar, luego todo desapareció y volvió a la realidad.
El artista en sí he descubierto que se llama Paul Potts, mi agradecimiento mas sincero por ese momento que me brindó.
Aquí os dejo un enlace por si queréis escucharlo, sino podéis buscarlo por la red que debe de haber muchos enlaces.

Enlace a Paul Potts

Gracias Paul.