miércoles, 19 de diciembre de 2007

El Dentista

Bueno,pues hoy me tocaba consulta del dentista.Dicen que los médicos son los peores pacientes que hay y nos les falta razon se lo aseguro,pero los hijos de médicos son menudos tambien oiga.Pero es algo irremediable y cuando toca toca,asi que esta mañana me he armado de valor y ale,al lio.
El as en la manga que me guardo es que por lo menos me pongo en manos de mi buen amigo Matteo (que aunque no lo sepan, para mi es mucho decir esto tratandose de un italiano),pero 'spaguettinis' aparte Matteo es un profesional como la copa de un pino y se que hará cuanto este en su mano para que esto sea lo mas rápido e indoloro posible.

Pero el festival comienza en la sala de espera. Al principio me encuentro solo, hojeando el 'Hola que tal!' o cualquier revista de estas de las que desmenuzan la vida cualquier famosete de turno, y todo para distraer mi atención del olor aséptico y a amalgama que me entra por las fosas nasales nada mas entrar. Tranquilo chavalin,me digo,que ya eres muy grande.
Ding dong!,otro paciente entra en la sala de espera,un varón alto,cetrino,curtido y con cara de brutote.Lleva una especie de mono azul y al fijarme en sus manos,mas negras que un jamón serrano concluyo, mecanico, por cojones.
Nos saludamos cortesmente y el fulano se pone a hablar por el movil.Yo, con mala educación y por aburrimiento escucho atentamente.
¿En que idioma habla este cabrón?,vale que yo no entienda mucho de mecanica pero por mi padre que solo le pescaba palabras sueltas.Joder con el 'andalusí, profundo', es que ni lo entiendo.Me aguanto unas risitas a duras penas,porque si me sacude un soplamocos el mecanico les aseguro que no tengo que volver al dentista en mi vida.
Ding dong!,segundo personaje en la sala de espera,esta vez se trata de un tandem madre hija, la zagala apenas cinco añitos y la madre,bueno,la madre era un cuadro. De las de abrigo,chandal y tacones,vamos que los morancos no tienen narices a imitarla, real como la vida misma. Se me sienta enfrente y no me puedo reprirmir el observarla,zapatos de punta y tacón de piel de leopardo,calcetín gordo blanco de 'Piolin',chandal-malla ajustado al mollete y aretes de oro que no se ponen verde ni pintandolos.¡La virgen santa! pienso e inconscientemente por un momento se me van las manos a la camara del movil, quieto chiquitin,seamos serios.
Ding dong!,el tercero de la tarde,este viene encendido como un tomate y con los ojillos un poco vidriosos. Al sentarse a mi dextra se confirman mis sospechas, le apesta la boca a cazalla barata que flipas.Joder,me digo,este viene anestesiado ya de casa a ver si le sale mas barato,que cabrón,pobre dentista.

A todo esto la niñita de antes no para de dar por saco y su mami 'gentilmente' le dice,'Vane,toma coge la pandereta y no des mas la lata'.¡Horreur!,señora lo esta usted arreglando de cojones,la pandereta no, por Dios.
De repente el borrachuzo de mi derecha empieza a inclinarse como la torre de Pisa,¡joder que se me echa en el hombro este maricón con la tostada que lleva!,la niña no para de aporrear la pandereta como una posesa, y para mas inri su mama, que con 'mucha discreción' nos hace saber que va a hacer sus necesidades se queda encerrada en el servicio.El mecanico intenta desmenuzar la puerta por las bravas,la niña llorando y el borracho no me da besitos en el cuello de milagro,ahhhh!

De repente, un angel salvador, entra la auxiliar y me dice 'caballero,puede pasar'.Corro que me las pelo y salgo del infierno de Dante. Al final del pasillo una cara amigable, el doctor.'Buenas,que tal estas?',me dice,'No estoy',le digo,'anestesia Matteo,quiero anestesia pero de los pies a la cabeza'.

martes, 4 de diciembre de 2007

El loco


El espectáculo ha finalizado y me siento como si volviera de una sesión de hipnosis,¡chas! despierta.Tengo que reconocer que este hombre me fascina. No soy muy aficionado a los programas de TV y mucho menos de debates y entrevistas, pero tengo que reconocer que Jesus Quintero es un comunicador como la copa de un pino y no me queda mas que quitarme el sombrero ante su esplendido trabajo.

Me encanta esta reflexión que he encontrado en su web y que en cierta manera define un poco lo que quiere mostrarnos:

Hay verdades como puños, violentas y duras verdades que hieren.

Hay verdades como templos, majestuosas y soberbias verdades que hablan de muerte, que nos recuerdan que nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar y que somos polvo y en polvo nos convertiremos.

Yo he venido para traer verdades como flores, fragantes y hermosas verdades: poéticas y efímeras verdades desnudas que están más cerca del deseo que de la realidad.

Verdades que hablan de esperanza, de amor, de libertad y de vida...



A raiz de una entrevista a José María García, la cual fue censurada por supuestas injurias etc etc...(en este país de "buen rollito" y políticamente correcto), y después de censurar previamente otra entrevista a aquel personajillo de extrema derecha que no quiero ni nombrar, mis esperanzas de ver al loco y su manicomio particular se fueron al traste. Me gusta la entereza de este cabrón,para lo bueno y para lo malo, si le privaban de su libertad para expresarse y mostrar a todo el mundo la opinión de sus entrevistados,dimitiría. Y así lo hizo dejando con dos palmos de narices a RTVE, al gobierno y a la madre que los parió.

Para mi alegría volvió con sus "Ratones coloraos" hace un tiempo y creanme si les digo que no ha perdido un ápice de su estilo, el loco fiel al loco y mas loco que nunca.
Todavía no entiendo como lo hace,es como un truco de magia. Como es posible entrevistar y tratar con la misma intensidad, respeto y dignidad desde el mas alto dignatario del gobierno al mas paupérrimo de los analfabetos, como puede quebrar las miradas y los corazones de las bellezas mas cautivadoras y actuar de confesor de las personas mas reservadas.

Este año descubrí una de las claves para conseguir esa intimidad y esa confianza que usa Quintero,amen por supuesto del saber hacer profesional. Y es que estuve en el rodaje de uno de sus programas y la receta no podía ser mas simple,las entrevistas se realizan sin público alguno,con una luz tenue sobre los tertulianos y las cámaras sumidas en la oscuridad de manera que se obtenga la falsa sensación de que solo se encuentran entrevistador y entrevistado, dándole al confidente un aire cálido y relajado.

Hoy me viene al cuento escribirles sobre esto porque acabo de terminar de verlo y me he dado cuenta que ha sido capaz de hacerme pasar por diferentes estados de emotividad a lo largo del programa, guiado como una marioneta con una mano maestra encima mía.
Lo mas curioso es que los personajes en si no me interesaban demasiado,algunos ni siquiera los conocía y sin embargo me ha resultado todo muy ameno y muy bien orquestado.
No siempre resulta del todo así por supuesto,pero hoy me ha dejado muy buen sabor,muy buena sensación. Piensen cuando fue la ultima vez que pensaron esto de un programa de TV
No queda mas que decir que "Felicidades maestro". Y como diría uno "La locura no tiene cura"